jueves, 16 de agosto de 2012

Cuento: Nos iremos, me ire con los que me aman

Esa noche, en la que no podía dejar de pensar en todo lo que vivimos, cuando todavía nos amábamos. Me acorde de esa hermosa tarde de otoño que solíamos  pasar en el barrio de Flores, que mientras que me cantabas también me jurabas amor eterno, que lo nuestro nunca iba terminar, aun llevo conmigo los jazmines que esos días me regalabas. Cuando  oigo que la lluvia al fin había empezado, eso me relajo pero de todo se complico mas cuando me di cuenta que me faltabas para protegerme. Deje entrar a Ruth, la encantadora perrita que encontramos en una de nuestra salidas en Palermo, ella se ve mucho mejor que nosotros ahora. Pero igual sigo pensando que hubiera sido si vos no la hubieras visto en el costado de la calle, casi muriendo. Ruth me acompaño a mi habitación y sin dudarlo más me cambie de ropa, como siempre te gusto verme. Ese momento en el que volví a leer la última carta que me dejaste, fue cuando me di cuenta que todo había cambiado, yo había cambiado. Ahí fue cuando empezó a  correr sin saber a qué dirección, lo único que pasaba por mi cabeza era que ya no soy la misma.
Me pude dar cuenta donde estaba, adonde había llegando inconscientemente y era la placita donde nos conocimos y besamos por primera vez. No entiendo cómo puede llegar hasta con este día que parece que se cae el cielo, pero eso no me importaba ahora lo que sí, que hacia ahí, ¿Sola? Seguí caminando pero esta vez sí sabía a dónde iba y era  a un par de cuadras de donde estaba. Mientras caminaba, recordaba cómo nos habíamos conocido y como me enamoraste, todavía sigo dudando si vos algún día llegaste a sentir todo lo que me decías y prometías, aunque para vos todo esto fue tan solo una linda historia que quedaría en nuestras memorias. Sigo sola en el medio de la calle no puedo ver a nadie, cada vez la tormenta se hace más grande y yo cada paso estoy más segura de donde quiero llegar. Ay me acuerdo como nos gustaba esperar estos días hacía porque sentíamos qe era todo para nosotros solos, y lo felices que éramos cuando corríamos y bailamos debajo de la lluvia. Cada vez estoy más cerca, cada estamos más cerca y no me voy a dar por vencida. Está lleno de autos enfrente de la Iglesia donde los dos soñábamos en casarnos y prometer al frente del Señor todo nuestro amor. Pero ese día otra mujer estaba cumpliendo su sueño de casar, ese día, en esa Iglesia y con la persona más ame y voy amar por siempre, VOS. Las campanas de la Iglesia empezaron a sonar eso me demostró que la boda empezó, decidí quedarme sentada abajo del árbol y solo recordar.
 La tarde en la que te esperaba en la plaza. Y cuando como frenaba un auto frente mío y era   Germán un amigo de toda la vida, no se me ocurría que hacia el ahí si te esperaba a vos, pero él no era el mismo sino que se acercaba como ido, creo que se había drogado. Cuando se acerca me quiso besar pero me negué me quise alejar pero me retuvo de nuevo pero le pude pegar, el se enfureció y me beso. No lo pude frenar y después se alejo, y  te vi ahí parado viendo todo. El te miro con odio bronca, vos con desprecio y yo queriendo explicarte todo. Te fuiste, el se quedo parado ahí sin hacer nada, ni sé que fue de su existencia y yo te seguí te quise frenar, te grite pero vos nunca te diste cuenta. Cuando llegaste a la esquina frenaste y te diste vuelta tu cara tenía una mezclar de odio y dolor, pero la lagrimas no se escapada de tus ojos solo me dijiste “YO TE AMABA  y eso fue todo lo que dijiste, ni me dejaste hablar y corriste, no te alcance. Pase días, semanas sin saber nada de vos.
Hoy me entero que te esta por casar con tu anterior novia, la madre de tu hijo. Yo se que nunca me dejaste explicar lo que paso pero vos, jamás me confesante que solo era solo un juego para vos, porque vos nunca me amaste como yo te eh amado, si alguna vez me lo hiciste creer pero ahora lo sé que era todo mentía, que ese día pensabas en dejarme porque en verdad amabas a otra.
La lluvia al fin paro yo sigo empapada y las calles sigue vacía, como vi qué la gente empezó a salir decidí volver a mi casa que no tenia caso que yo esté ahí, camine. Pero a pasar por la salida de la Iglesia, nos bizmo, va te vi. Frene y entonces me quede esperando que llegues. La felicidad rondaba por todo el ambiente, ella esta tan hermosa con su pancita y vos siempre tan hermoso. Cuando me viste no lo dudaste soltaste a Eve y nos acercamos, tu mirada lo decía todo no me esperabas y me sonreíste.
-¿Luz? Viniste-sonriendo
-eeeh Si, te vengo a decir toda la felicidad con tu esposa y con Benja  tu hijito.-completamente emocionada-
-Te extrañe, ¿qué es de tu vida?
-La mía, como se puede pero creo que bien. Y yo también te extrañes-mire para abajo-me tengo que ir quedo Ruth, sola
-¿No te quieres quedar a festejar con nosotros?-
¿Cómo se pudo haber olvidado de la perra que salvamos? -….- no le conteste.
-Bueno, me gustaría volver a verte- sin saber que decir
-eeh SI volver a vernos. Chau Felicidades! Por tu nueva familia- Me quería ir, le bese la mejilla y me di vuelta
-¡Espera! Sabes que siempre soñé que todo esto sea con vos, no te das una idea de cómo te extrañe y cuanto te Amo –con los ojos llenos de lagrimas.
-Como te acabas de casar por Iglesia, nuestra Iglesia, esperando un hijo.-se me escaparon las lágrimas.
-Solo quiero ser feliz a tu lado, Siempre te ame a vos solo a vos.

Poema orinal:
Nos iremos, me iré con los que aman,
dejaré mis jardines y mi perro
aunque parezcas dura como el hierro
cuando los vientos vagabundos braman.

Nos iremos, tu voz, tu amor me llaman:
dejaré el son plateado del cencerro
aunque llegue a las luces del desierto
por ti, porque tus frases me reclaman.

Buscaré el mar por ti, por tus hechizos,
me echaré bajo el ala de la vela,
después que el barro zarpe cuando vuela

la sombra del adiós. Como en los fríos
lloraré la cabeza entre tu mano
lo que me diste y me negaste en vano.                                                              
                                                    Florencia Fiorella Lourdes Casciano

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